
Al cumplirse 48 años del golpe de Estado que irrumpía una vez más en la vida política de nuestro país, desde ADUNLu volvemos a gritar: ¡30.000 compañeras y compañeros detenidos-desaparecidos, presentes!
Una vez más, reivindicamos a las y los 30.000 compañeros, sus luchas y sus militancias. Por la liberación nacional y social, por el gobierno de los trabajadores, por la patria liberada, dieron lo mejor de sus vidas por el bien de nuestro pueblo trabajador y nuestro país. ¡Las y los 30.000, presentes!
La dictadura cívico-militar impuso un plan sistemático de represión que, a través del secuestro, la tortura y la desaparición buscó disciplinar y reordenar a una sociedad que en los años inmediatamente anteriores había alcanzado un alto grado de organización y movilización en manos de las, los y les trabajadores a través de sindicatos combativos, organizaciones políticas, ligas agrarias, entre tantos otros espacios.
Dentro de ese plan sistemático de represión y desaparición forzada, nuestra Casa de Estudio sufrió el cierre y la persecución de sus estudiantes y trabajadores. La UNLu fue la única universidad nacional que fue cerrada por decisión del gobierno de facto.
Además, trabajadores y estudiantes de nuestra univerisdad fueron secuestrados por el Terrorismo de Estado. Entre ellas se encuentran quienes transitaron por nuestra universidad y a quienes nunca debemos olvidar. Mónica Mignone y María Marta Vázquez, docentes del Departamento de Política Social, junto a César Lugones, también docente en el Departamento de Política Científica y Tecnológica, fueron secuestrados y desaparecidos el 14 de mayo de 1976.
Poco después, el 18 de junio, fue desaparecido Oscar Peralta, quien había sido trabajador nodocente de la universidad. El 10 de julio fue secuestrada y desaparecida Hilda Vergara, una de las primeras estudiantes de la UNLu. En marzo de 1977, desaparecieron a Elvira Ellacuria de del Castillo, docente del Departamento de Política Social.
Este año estamos cumpliendo 40 años desde la reapertura. 40 años en los que esta universidad nos ha formado a muchas y muchos de quienes hoy trabajamos en la UNLu como docentes y nodocentes.
Hoy a 40 años de la reapertura de nuestra universidad y a 41 años de la recuperación de la democracia nos encontramos frente a un gobierno nacional que niega el Terrorismo de Estado, intenta instalar la Teoría de los dos demonios y desprecia la organización popular, al tiempo que proliferan discursos de odio y se producen ataques como el denunciado esta semana hacia la compañera de HIJOS.
A 48 años del golpe, seguimos exigiendo que se abran los archivos con información sobre qué pasó con nuestros 30 mil, así como la restitución de la identidad de los nietos y las nietas apropiados. Mientras militamos y luchamos por construir ese país que soñaron nuestros Compañeros y Compañeras, no damos vuelta ninguna página, porque una sociedad sin memoria está condenada a repetir la historia una y otra vez.
No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.
Son 30.000. ¡¡Fue genocidio!!
Este 24 de marzo, volvemos a gritar “Nunca Más”.