El pasado viernes 4 de octubre el gobierno nacional dió a conocer el “plan de reestructuración” del Hospital Nacional en Red especializado en Salud Mental y adiciones “LIC. LAURA BONAPARTE”.
Este hospital es un centro de referencia nacional que atiende a más de 25 mil personas por año. Siendo un hospital en red articula, además, con otros efectores de salud territoriales derivaciones y tratamientos ambulatorios.
Según el Ministerio de Salud de la Nación con esta medida se busca “priorizar la asignación de los recursos en los pacientes que lo necesitan” y “reorganizar el servicio”.
Sin embargo, esta medida arbitraria deja en desprotección y tratamiento a miles de pacientes en salud mental, incluyendo niñas, niños y adolescentes.
Sin lugar a dudas, esta es otra muestra de la política de desmantelamiento del Estado que el gobierno nacional ha decidido llevar adelante a costa de la salud de los trabajadores.
La medida del gobierno que implicaría el despido de 600 trabajadores y trabajadoras y dejaría sin atención a miles de pacientes que concurren a la institución.
Además, el cierre del Hospital Bonaparte significa un nuevo ataque a la comunidad LGTBIQ+. Ya que, desde su inicio el hospital no solo acompaña a la comunidad LGTBIQ+ sino que, cuenta con el 1% del cupo laboral travesti trans, desde antes de ser sancionada la ley.
Frente a este avasallamiento sobre el derecho a la salud mental de miles de personas los trabajadores, pacientes, organizaciones sindicales y sociales se mantienen en las instalaciones del centro para resistir el cierre.